El apalancamiento promocional es una herramienta de marketing muy versátil, con la que puede lograr de manera efectiva sus objetivos de conocimiento, generación de clientes potenciales, participación y conversión.
Hablamos de «promoción» cuando una empresa pide al público que realice una determinada acción y promete un premio a todos aquellos que se unan o solo a unos pocos, seleccionados en función de la suerte o el mérito. Por poner algunos ejemplos, la acción solicitada puede consistir simplemente en rellenar un formulario con tus datos o crear y compartir contenido, hasta la compra de un producto o servicio. La empresa decide qué deben hacer los participantes y tiene el derecho de verificar que cada participación cumple con las reglas establecidas; a su vez, está obligada a respetar la promesa de premio en el momento y la forma en que la ha comunicado, y no puede revocarla excepto en situaciones excepcionales (la pandemia de la COVID-19, por ejemplo). En Italia, este tema está bien regulado por
Decreto presidencial 26/10/2001, n. 430 y las adiciones posteriores, bajo la supervisión del Ministerio de Empresas y Hecho en Italia (MIMIT), por lo que debe asegurarse de que su iniciativa cumple con la normativa vigente (¡la ley no permite el desconocimiento!) y luego es necesario cumplir con los actos burocráticos, fiscales y administrativos obligatorios.
¡Atención! ¡No todas las iniciativas entran en el ámbito de la legislación!